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Cuando llega el frío, muchos conductores se preguntan cuándo es realmente necesario montar neumáticos de invierno. No se trata solo de una cuestión de clima extremo o nieve, sino de seguridad, agarre y frenado eficaz. Los neumáticos de invierno están diseñados para ofrecer mayor tracción y control cuando las temperaturas bajan de los 7 °C, un umbral clave que los expertos recomiendan tener siempre presente.
Los neumáticos de invierno están fabricados con un compuesto más blando que mantiene su elasticidad en condiciones frías, lo que permite un mejor contacto con el asfalto. Además, cuentan con laminillas más profundas y un dibujo específico para evacuar agua, nieve o barro con más eficacia. En comparación con los neumáticos de verano, ofrecen mayor agarre, mejor frenada y más estabilidad, especialmente en carreteras mojadas o heladas.
El mejor momento para cambiar a neumáticos de invierno es cuando las temperaturas diurnas comienzan a descender por debajo de los 7 °C de forma constante, lo que suele ocurrir entre finales de octubre y principios de noviembre en muchas zonas de España. Aunque no todas las regiones lo necesitan, en áreas montañosas o con frecuentes heladas es altamente recomendable. En cambio, si vives en zonas costeras o con inviernos suaves, puede bastar con mantener los neumáticos de verano, siempre que estén en buen estado.
En España no son obligatorios, pero sí muy recomendables en comunidades del norte, centro y zonas de sierra donde las temperaturas bajan drásticamente o hay riesgo de nieve. Su uso puede evitar tener que recurrir a cadenas y, sobre todo, reduce el riesgo de accidentes por pérdida de adherencia.
► En zonas montañosas o rurales con heladas frecuentes.
► En carreteras con alta humedad o propensas al aquaplaning.
► En viajes largos por regiones frías durante el invierno.
Cuando cambies los neumáticos, asegúrate de guardarlos en un lugar fresco, seco y protegido de la luz solar directa. Si los montas en llantas distintas, podrás alternarlos fácilmente cada temporada. Además, verifica la presión y profundidad del dibujo (mínimo 1,6 mm, recomendable más de 3 mm) antes de volver a usarlos, ya que su rendimiento depende en gran parte de su estado.
Aunque muchos conductores creen que los neumáticos de invierno son un gasto extra, lo cierto es que prolongan la vida útil de los neumáticos de verano, reparten el desgaste entre ambos juegos y ofrecen una conducción más segura y estable durante los meses más fríos.
El cambio no es solo una cuestión de rendimiento, sino de tranquilidad al volante. Preparar tu coche para el invierno con antelación es invertir en seguridad para ti y tus acompañantes.
Antes de que el termómetro baje de los 7 °C, pide cita en tu taller de confianza NubeCar para revisar el estado de tus neumáticos y asegurarte de que tu coche está listo para afrontar el invierno con total seguridad.
