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Los automóviles, al igual que cualquier otra máquina, necesitan movimiento y uso frecuente para mantenerse en buen estado. Si un coche permanece inmóvil durante un tiempo prolongado, podrían surgir una serie de problemas que afectan tanto a su funcionamiento como a su longevidad.
Aquí te contamos algunos de los inconvenientes más comunes y cómo prevenirlos.
1. Batería descargada: La batería pierde su carga si no se usa el coche durante varios días o semanas. Eventualmente, esto podría impedir que el coche arranque.
2. Neumáticos deformados: Estar en la misma posición por mucho tiempo puede provocar puntos planos en los neumáticos, reduciendo su vida útil.
3. Corrosión del sistema de frenos: La humedad y la falta de uso pueden corroer las pastillas y discos de freno, disminuyendo su eficacia.
4. Aceite estancado: Los líquidos en el motor pueden estancarse, perdiendo sus propiedades protectoras.
5. Daños a la pintura: Los elementos externos, como el sol y la lluvia, pueden afectar la pintura si el coche no está protegido.
1. Arranca el motor regularmente: Enciende el coche al menos una vez a la semana para recargar la batería.
2. Mueve el Vehículo: Hazlo avanzar o retroceder para cambiar el punto de presión sobre los neumáticos.
3. Mantén los líquidos en buen estado: Asegúrate de que el aceite, líquido de frenos y anticongelante estén en niveles adecuados.
4. Usa una funda o garaje: Protege el coche del clima con una funda especial o guárdalo en un lugar cubierto.
Para asegurarte de que tu coche está en perfecto estado, solicita una revisión en Nubecar. Nuestro equipo de expertos identificará cualquier problema potencial y te ayudará a mantener tu vehículo listo para la carretera.