Cómo detectar fallos en el radiador y evitar una avería grave en tu coche

El radiador es ese componente que trabaja silenciosamente bajo el capó para que el motor mantenga su temperatura ideal. Pero cuando falla, no solo aumenta la temperatura: también sube el riesgo de avería grave. Si notas que el coche se calienta más de la cuenta o encuentras charcos misteriosos bajo él, es hora de prestar atención.

Saber identificar los síntomas de un radiador dañado puede ahorrarte tiempo, dinero y un disgusto en plena carretera.

Señales de que el radiador está diciendo “¡basta!”

El primer síntoma suele ser el testigo de temperatura encendido en el cuadro de instrumentos. Si este icono rojo aparece, detente cuanto antes y deja enfriar el motor. También es frecuente notar pérdidas de líquido refrigerante, fácilmente identificables por manchas de colores vivos (verde, rosa o azul) bajo el vehículo. Otro aviso: un olor dulzón procedente del capó, señal clara de que el líquido se está evaporando donde no debería.

¿El motor se calienta enseguida nada más arrancar? ¿El ventilador no para de funcionar? Podrías tener una obstrucción o una fuga invisible. En todos estos casos, el radiador puede estar en las últimas.

Averías frecuentes que te conviene conocer

Los problemas más comunes en el radiador incluyen:

• Fugas por corrosión: el paso del tiempo, el uso de refrigerantes inadecuados o la entrada de aire pueden deteriorar el sistema.

• Obstrucciones internas: los residuos acumulados dificultan la circulación del líquido y provocan sobrecalentamiento constante.

• Tapón defectuoso: si no sella bien, se pierde presión y, con ella, la capacidad de enfriar el motor.

• Golpes en la parte frontal: incluso un roce leve puede dañar las celdas del radiador, especialmente si es de aluminio.

Cualquiera de estas averías puede derivar en problemas mayores: desde reventones de manguitos hasta daños en la culata. Detectarlas a tiempo es clave.

¿Y si ya hay una avería?

Lo mejor en estos casos es no circular innecesariamente con el vehículo. Llévalo cuanto antes a un taller de confianza para realizar una revisión del sistema de refrigeración. A veces bastará con una limpieza o una sustitución de manguitos; otras, será necesario cambiar el radiador completo. Lo importante es actuar a tiempo para evitar males mayores.

¿Notas alguno de estos síntomas en tu coche? No lo dejes pasar. En Nubecar te ayudamos a encontrar el taller más cercano, con profesionales que cuidarán de tu coche como se merece.
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