Déjanos tu comentario
Saber frenar bien puede marcar la diferencia entre un susto y un accidente. En una situación de emergencia —un coche que se detiene de golpe, un animal que cruza o un obstáculo inesperado—, la reacción correcta del conductor y el buen estado del sistema de frenos son claves para evitar consecuencias graves.
A continuación, te explicamos cómo realizar una frenada de emergencia de forma segura, qué papel juega el embrague y cómo influye la tecnología de tu vehículo.
Los frenos y los neumáticos son los principales responsables de tu seguridad activa. Un sistema de frenos en buen estado reduce la distancia de detención, mejora la estabilidad del coche y garantiza el control incluso en condiciones adversas como carreteras mojadas, hielo o poca visibilidad. Sin embargo, no basta con mantenerlos: también es esencial saber utilizarlos correctamente.
Cuando surge un imprevisto, el reflejo natural es levantar el pie del acelerador y frenar, pero la técnica varía según el tipo de vehículo.
En los coches con ABS (sistema antibloqueo de frenos), el procedimiento es claro:
► Pisa el pedal de freno a fondo y sin miedo. El ABS evitará que las ruedas se bloqueen, permitiéndote seguir dirigiendo el coche.
► Presiona también el embrague al mismo tiempo. Así evitarás que el motor se cale y mantendrás la dirección asistida y la ayuda del sistema de frenos.
► Concéntrate en mantener el control del volante para esquivar cualquier obstáculo con seguridad.
En cambio, en los vehículos sin ABS, la técnica requiere más precisión:
► Frena hasta el límite del obstáculo, pero suelta el pedal justo antes de que las ruedas se bloqueen.
► Gira para esquivar y, una vez superado el peligro, vuelve a frenar con firmeza.
De no hacerlo así, las ruedas permanecerán bloqueadas y el coche no responderá a la dirección.
Muchos conductores dudan si deben usar o no el embrague en una frenada de emergencia. La respuesta es sí, especialmente en coches con ABS. Al presionarlo, impides que el motor se cale y aseguras que tanto la dirección como los frenos sigan asistidos. Además, en los coches modernos, si el sistema detecta que el motor está a punto de pararse, podría intentar compensarlo acelerando ligeramente, algo que puede ser peligroso en plena maniobra.
A finales de los 90, Mercedes-Benz introdujo el sistema BAS (Brake Assist System), un asistente que detecta la intención de frenar de emergencia y aplica automáticamente la máxima presión de frenado. Desde entonces, muchos vehículos han incorporado asistentes de frenada autónoma o sistemas de detección de obstáculos, que actúan incluso antes que el conductor. Aun así, ninguna tecnología sustituye a la anticipación y la prudencia.
Una frenada eficaz empieza mucho antes del peligro. Revisar periódicamente el estado de las pastillas, discos y líquido de frenos es fundamental para garantizar tu seguridad y la de los demás. Si notas vibraciones, pérdida de eficacia o un pedal más blando de lo normal, no esperes a que aparezca la avería.
En NubeCar te ayudamos a mantener tu coche en las mejores condiciones para responder ante cualquier imprevisto. Pide tu cita ahora y confía en un taller que cuida tu seguridad tanto como tú.

