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El sistema de frenos es uno de los pilares de la seguridad activa de cualquier vehículo. Sin él, sería imposible detener el coche con precisión, controlar la velocidad en descensos o reaccionar ante un imprevisto en la vía.
Por eso, conocer las averías más frecuentes en los frenos y aprender a identificar sus señales es clave para prevenir accidentes y mantener tu vehículo en óptimas condiciones.
El roce constante entre pastillas y discos hace que el desgaste de los frenos sea inevitable. Lo normal es que sea gradual y uniforme, pero si detectas alguno de estos síntomas, puede tratarse de un problema anormal que requiere atención inmediata:
► Vibraciones al frenar, signo de discos deformados o dañados.
► Chirridos o ruidos metálicos, que delatan pastillas en mal estado.
► Desgaste irregular de las pastillas, síntoma de un calibrador defectuoso.
En estos casos, la revisión en un taller no es opcional: es una necesidad para tu seguridad y la de quienes viajan contigo.
El líquido de frenos es esencial para transmitir la fuerza del pedal a las ruedas. Si está degradado o tiene fugas, notarás una respuesta esponjosa, pérdida de eficacia o un color anormal en el fluido. Lo recomendable es cambiarlo cada dos años y revisarlo periódicamente.
Cuando los discos están desgastados o deformados, el volante vibra al frenar. Si además notas que el coche tarda más en detenerse, puede deberse a pastillas desgastadas o problemas en los calibradores. Una limpieza, ajuste o sustitución de piezas suele ser la solución.
Las fugas en las mangueras, el desgaste de juntas o la entrada de aire en el circuito reducen la capacidad de frenada. Si el pedal baja demasiado o responde de forma irregular, es un síntoma claro de que el sistema hidráulico necesita una revisión profesional.
Usar los frenos de forma continuada en descensos o en tráfico intenso puede provocar fading, es decir, pérdida de eficacia por exceso de calor. Los discos se pueden deformar y las pastillas perder su capacidad de fricción. Para prevenirlo, alterna con el freno motor y evita mantener el pie en el pedal innecesariamente.
Los frenos son un sistema complejo que combina mecánica, hidráulica y electrónica. Detectar un problema a tiempo no siempre es sencillo, por lo que acudir a un taller de confianza es la mejor garantía de seguridad. Allí podrán medir el grosor de las pastillas, revisar los discos, comprobar el líquido y asegurarse de que todo el sistema funciona de forma óptima.
Si notas alguno de los síntomas mencionados o simplemente quieres garantizar que tus frenos están en perfecto estado, no lo dejes pasar. En la comunidad de talleres Nubecar encontrarás profesionales cualificados que revisarán tu vehículo y te ofrecerán la solución más adecuada.
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